La explotación animal tiene lugar detrás de altos muros
para que a nadie se le quiten las ganas de comer carne,
leche y huevos.
De vez en cuando ponen en la tele documentales sobre las terribles condiciones en
las fábricas de animales, los mataderos o el transporte de animales, pero la mayoría
de la veces tratan de quitarle importación dándonos a entender que esta información
es falsa o que se trata de excepciones, para así tranquilizarnos y que nadie se dé
cuenta de cómo es realmente la situación de los animales.
La vida cotidiana en un matadero
Sacado de un video de doce minutos acerca de la vida cotidiana de un matadero
completamente normal en un rodaje con aprobación oficial efectuado en un matadero
certificado por la Unión Europea en la región fronteriza entre la Alta Austria y Baviera:
Extracto de „Traición a los animales“ del Dr. Helmut Kaplan:
‘Un toro formidable, levantado por la pata con cadenas de hierro, cuelga boca abajo
en la cinta de producción – aparentemente aturdido por una descarga eléctrica.
El matarife le corta el cuello con un cuchillo grande, y sale un torrente de sangre.
pronto pasa algo que sobrecoge al espectador: mientras que el matarife está
ocupado rajándole el pecho con un cuchillo y silbando para sí, los ojos del animal se
abren y cierran lentamente. Y entonces el toro empieza a bramar – en el vídeo se oye
muy claramente: un mugido horroroso, borboteante y ronco se impone sobre el ruido
del proceso de matanza. Finalmente el animal chorreante de sangre se encabrita,
incluso varias veces, colgado del gancho. El matarife, que está cortando la pezuña
delantera, tiene que ponerse a cubierto. La lucha mortal dura largos minutos …
Cuando el matarife está limpiando
de sangre la sala y a sí mismo
con una manguera, el maltratado
animal, con sus últimas fuerzas y
la lengua sacada, intenta llegar al
chorro de agua. La grabación documenta
claramente: estos animales están completamente conscientes, perciben todavía
su entorno mientras están siendo cortados y convertidos en carne.“
Las “vacas lecheras” se agotan en poco tiempo, una fracción de su esperanza normal
de vida. Cuando ya no se puede obtener suficiente leche de los agotados animales, se
les mata. En vez de un margen normal de vida de 25 años, las “vacas lecheras” son
“desechadas” después de cuatro o cinco años.
La tortura animal para la producción de huevos en las baterías de gallinas
ponedoras a nivel mundial es conocida. Pero tampoco la crianza en masa de gallinas
con puesta en el suelo de la ganadería biológica es adecuada a la especie y constituye
claramente una tortura.
Como sólo las hembras ponen huevos y de los huevos incubados salen polluelos
machos y hembras, los machos son asfixiados con gas o triturados vivos como
“residuos inutilizables”. La destrucción diaria de crías de animales es algo normal
(también en la agricultura biológica) y una realidad cotidiana permitida por las leyes
de “protección animal”.
Cada día puedes tomar una decisión compasiva.
Decídete solamente por productos
vegetales y ayuda así a los animales.
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